De la Formación a la TransFormación
Los que ya habéis participado en alguna acción formativa de Tal3ntia, os sonará lo que os voy a contar a continuación.
Siempre empiezo mis trainings agradeciendo a todos su participación y su confianza, pero también reconociendo e invitando a una primera reflexión.
Les reconozco el hecho de que tengan interés en formarse y entrenarse. Más allá de la necesidad de formación continua como antídoto al entrono VUCA que vivimos, la formación nos ayuda mejorar nuestro autoconocimiento, que es la base para el éxito personal y profesional. Cada vez que nos regalamos el tiempo para hacer una formación, nos situamos ante la posibilidad de hacer más grande nuestra caja de comodidad, puesto que incorporamos a nuestro conocimiento y experiencias contenidos que “sabemos que no sabemos” y que los hacemos conscientes eligiendo la formación que nos ayuda a aprender algo nuevo.
Y les invito a reflexionar sobre la actitud que les ayudara durante el tiempo de formación que compartiremos, a través de tres frases.
Si tu mente está llena de conocimientos, está siempre preparada para nada. Si está abierta como la de los principiantes, está disponible para todo. (Shinishi Suzuki)
Hacer preguntas es prueba de que se piensa. (Rabindranath Tagore)
Si no lo dices, nadie podrá repetirlo, si no lo haces, nadie podrá inspirarse. (Sócrates)
Estas tres frases resumen la actitud que uno ha de tener ante la oportunidad de aprender: mostrarse vacío, para absorber la máxima información posible, incluso cuestionándose lo que ya sabemos que sabemos; preguntando, puesto que quien pregunta reflexiona y quien reflexiona se cuestiona; y compartiendo, puesto que quien comparte enseña y aprende de la experiencia y la experiencia es el repositorio de nuestro conocimiento.
Durante 20 años de carrera profesional he sido comprador de formación. Y estaba obsesionado por una cosa: que la formación sirva para cambiar comportamientos. Y ahora que estoy al otro lado me doy cuenta de que la formación llega a transformar si tenemos la actitud para ello. Por parte del formador, debemos utilizar metodologías que permitan esa transformación. Hoy en día el aprendizaje colaborativo a partir de la reflexión y la participación ha dejado atrás las clases magistrales. El formador ha de entender que cada acción formativa es “aquí y ahora” y que su función está en crear la atmósfera y el entorno adecuado para esa reflexión y participación. Pero además necesitamos de la actitud abierta por parte del participante en la formación. La verdadera capacidad de transformar de una acción formativa viene del aprendizaje colaborativo.