¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?
Decía Piaget “Lo que vemos cambia lo que sabemos. lo que conocemos cambia lo que vemos” y afirmaba Kant “Vemos las cosas, no como son, sino como somos nosotros”
Por un lado Piaget hablaba de tres tipos de conocimiento, el físico, el lógico – matemático y el social. El físico es el conocimiento de los objetos y lo adquirimos a través de la manipulación y la experimentación. Se incorpora por abstracción empírica i a través de la interacción con nuestro entorno.
El lógico-matemático es el que no existe por si mismo en la realidad y se construye por abstracción reflexiva. Se deriva de la coordinación de las acciones que realiza la persona con los objetos. El ejemplo más típico es el número, si nosotros vemos tres objetos frente a nosotros, en ningún momento estamos viendo el “tres”, éste es más bien producto de una abstracción de las coordinaciones de acciones que realizamos, cuando se ha enfrentado a situaciones donde se encuentren tres objetos. Este conocimiento se construye a partir de relacionar experiencias.
Y por último, el conocimiento social. El conocimiento social es un conocimiento arbitrario, basado en el consenso social. Es el conocimiento que adquirimos al relacionarnos con los demás. Cuanto más rico sea nuestro entorno social, más rico será el conocimiento adquirido. Cuanto más y más profundas y variadas sean nuestras interacciones sociales, tendremos acceso a un conocimiento más amplio Este conocimiento se logra al fomentar la interacción grupal.
Por otro lado Kant afirmaba que consideramos más importantes las percepciones que tenemos de las cosas y/o personas, que eso hace que nos encerremos en nuestro mundo y es el que nosotros queremos ver, el que nos conviene.
Normalmente las cosas las consideramos según la imagen que nos aparece en nuestra mente, pero realmente lo que capturamos no es 100% cierto. Los objetos y las relaciones sociales son producto de las sensaciones y estas a su vez de nuestra conciencia. Todas nuestras percepciones son subjetivas de nuestro entendimiento y crean un mundo objetivo en el cual todo nos parece real, pero en realidad es una “imagen manipulada”. Nuestro mundo es puramente muestra de nuestra conciencia.
Entonces, ¿qué es primero? ¿Aprendemos lo que vemos o vemos según nuestra experiencia? ¿Y como afecta esto a nuestra capacidad de tomar decisiones y tomar acción ante nuestros retos?
La respuesta no es nada fácil, y muy posible, al igual que con el huevo y la gallina, no haya una respuesta correcta. Lo que si es cierto es que el ser humano aprende básicamente a través de lo que ve y percibe. Y al tiempo, la manera en que cada ser humano percibe está filtrado por sus aprendizajes previos, su experiencia, sus creencias y su mapa mental.
Sólo somos capaces de interactuar en el mundo que somos capaces de observar, pero observamos el mundo que queremos ver. Esto es así y lo más inteligente es que tomemos consciencia de ello para poder actuar en consecuencia. Nuestras creencias limitantes lo son tanto como queramos que lo sean. Nuestro mapa mental es tan estático como queramos que lo sea. Nuestra capacidad de acción y de tener una mirada diferente del mundo es tan limitada o posibilitadora como nosotros mismo creamos y queramos.